La semilla certificada es un producto de calidad de primer orden, estandarizado y de reconocimiento internacional. Esta calidad está garantizada por el doble control ejercido, tanto por la empresa productora como por el organismo oficial responsable, lo que hace que no se tengan dudas de su origen, trazabilidad, homogeneidad, pureza, germinación, ausencia de otras semillas no deseadas en la siembra, y buena sanidad.
Son múltiples las ventajas de utilizar en la siembra una semilla certificada; entre ellas, destacamos que gracias a este tipo de semilla evitamos consecuencias muy graves para el campo, como la reaparición de enfermedades transmisibles por semilla.
Además, podemos enumerar muchas ventajas más, como que la semilla certificada necesita menor dosis de siembra gracias a la garantía de germinación que ofrece, asegurando además una correcta implantación del cultivo, así como su calidad y pureza. Del mismo modo, la semilla certificada ofrece mayor rendimiento gracias a que está desinfectada, tolera mejor las enfermedades y está libre de malas hierbas.
No hay que olvidar que con el uso de esta semilla se mejoran los cultivos y garantiza una correcta trazabilidad para la cadena alimentaria.