Plantar alfalfa es una actividad agraria muy arraigada en nuestras tierras. A la hora de plantearnos cómo plantar alfalfa, debemos tener en cuenta que el momento ideal de la siembra es el otoño, ya que la planta desarrollará sus primeras fases antes de la llegada de las heladas. Por tanto, estamos en plena época de plantación de alfalfa.
Antes de realizar la siembra de alfalfa es necesario preparar la tierra, conociendo sus características, su contenido de fósforo y potasio, condiciones de drenaje y sobre todo el pH. Para preparar la siembra, es recomendable en primer lugar removerla con un subsolado, para no voltear las distintas capas; con esta práctica mejoraremos el drenaje y la absorción de agua del suelo, garantizando que las futuras raíces de la alfalfa, muy profundas, estén bien alimentadas.
El siguiente paso será la realización de gradeos para nivelar el terreno; además, con ello minimizaremos la posibilidad de encharcamiento en caso de lluvias.
Y por supuesto, empezaremos a aplicar abonos para garantizar la óptima calidad de la tierra. En Fertilizantes Moisés contamos con una amplia variedad de abonos adaptados a las distintas necesidades de potasio o fósforo de cada tierra. Si aplicamos los abonos según realizamos el gradeo, conseguiremos que su distribución sea homogénea. Desde Fertilizantes Moisés os recomendamos el abonado de fondo antes de la siembra.
Una vez tenemos preparada la tierra, llega el momento de plantar la alfalfa. Su semilla germina a temperaturas de 2-3º C, por lo que no debemos adentrarnos en el invierno para sembrarla. El método de siembra puede variar, realizándose a voleo o con sembradora.
Según vayamos caminando por el invierno y adentrándonos en la primavera, con temperaturas más suaves, veremos una germinación óptima de esta planta, que puede sembrarse tanto sola como con otras gramíneas.